Matrix - matriz energetica


Por Roberto Navarro
El reciente accidente nuclear en Japón desató un debate en diversos países sobre la conveniencia de utilizar este tipo de energía. En el país asiático casi el 30 por ciento de la electricidad se genera en centrales nucleares. Esa ecuación en Francia se eleva a casi dos tercios del total. 
En cambio, en Argentina el 52 por ciento de la electricidad se produce en centrales térmicas, que funcionan a gas o diesel; el 43 por ciento en usinas hidroeléctricas, como Yacyretá, y apenas el 4 por ciento es energía nuclear. 
El 1 por ciento restante otras fuentes, entre ellas la energía eólica. Otra diferencia es que las centrales nucleares japonesas tienen seis reactores cada una. Las dos argentinas, Atucha 1 y Embalse, sólo cuentan con un reactor. 
Las obras en ejecución para ampliar el parque energético derivarán en un incremento de la capacidad instalada que en 2015 duplicará a la de 2003, con una mayor diversificación de la matriz. 
Las mayores obras en las que se avanza son nuevas centrales hidroeléctricas. 
Y se espera llegar a un 8 por ciento de participación de energía eólica y, en menor medida, solar.
En 2003, la potencia instalada en el país era de 17.900 megavatios. Cuando la economía comenzó a crecer al 9 por ciento anual –basada, fundamentalmente, en sectores como el agro, la construcción y la industria–, la demanda eléctrica se incrementó fuertemente. 
En el Ministerio de Planificación señalan que la estrategia fue avanzar primero con las centrales térmicas, que tardan menos de dos años en ponerse en funcionamiento. 
Luego se trabajó a más largo plazo en la generación de energía hidroeléctrica y nuclear y recién el año pasado, una vez tendidas las redes para trasladar la energía desde la Patagonia, se realizaron las primeras licitaciones para crecer en materia de energía eólica y solar.
Una ventaja importante que tiene el país son sus ríos. 
A partir del Limay, el Uruguay y el Neuquén se produce energía en las grandes centrales hidroeléctricas. Yacyretá, recientemente terminada a orillas del río Limay, produce 3100 megavatios, el 18 por ciento del total nacional. 
Las otras grandes hidroeléctricas son Alicurá, Piedra del Aguila, Salto Grande, Río Grande y El Chocón. 
Entre todas producen el 43 por ciento de la energía eléctrica argentina: un total de 7200 megavatios. 
En la actualidad están en ejecución cinco nuevas hidroeléctricas de menor tamaño, entre ellas, Punta Negra, en San Juan; Los Blancos, en Mendoza, y El Chihuido, en Neuquén, que sumarán 1800 megavatios. 
A la vez, se están por iniciar las hidroeléctricas Cóndor Cliff y La Barrancosa en Santa Cruz, que sumarán otros 1740 megavatios.
El accidente en la central de Japón pone en serios problemas los planes de crecimiento energético de las mayores potencias del planeta. 
Ante la reducción de la producción de petróleo de los últimos años y los escasos descubrimientos de nuevos yacimientos, la energía nuclear aparecía como la alternativa elegida para elevar los niveles de producción e ir reemplazando a las viejas centrales térmicas. 
En Argentina, el reciente descubrimiento de gas en Neuquén abre la posibilidad de seguir trabajando en centrales térmicas por varias décadas. 
Actualmente están en construcción Brigadier López, en Santa Fe, y Ensenada de Barragán, en Ensenada. También se comenzó a construir la central térmica a carbón de Río Turbio, que sumará 240 megavatios. 
Las centrales térmicas no tienen el peligro de accidentes devastadores, como podría ser con las nucleares, pero alimentan el aumento del calentamiento global.
En materia nuclear, el país cuenta con las centrales Embalse y Atucha 1. 
El Gobierno anunció que en 2011 finalizará Atucha 2, que sumará 735 megavatios, y comenzará Atucha 3, que producirá una cantidad de energía similar. 
El geólogo Héctor Ostera explicó a Cash que la energía nuclear “tiene ventajas respecto de otras fuentes de combustibles fósiles: emite muchos menos gases de invernadero, escasos residuos y tienen usualmente una disponibilidad superior al 90 por ciento”. 
El especialista Gustavo Calleja, del Grupo Moreno, indicó a este suplemento: “Tenemos que construir una central atómica cada dos años”. 
Según los expertos, las centrales argentinas están construidas a primer nivel internacional de seguridad, son de menor potencia que las japonesas y las europeas, hecho que minimizaría un probable daño por accidente, y están construidas en zonas en las que es imposible un tsunami, que fue lo que generó el problema en Japón.
La Ley de Energías Renovables, votada en 2007 por el Parlamento Nacional, exige que la matriz energética del país debe llegar al 8 por ciento de este tipo de energía en 2016. En diciembre, se inauguró en San Juan una central solar que produce 20 megavatios. 
Estas centrales cuestan hasta un 600 por ciento más que una térmica, pero luego producen energía a costos mínimos. 
En la actualidad hay siete parques eólicos, que generan 27 magavatios. Este año, por el programa Gen Ren, se comenzarán a construir 17 parques eólicos (ya fueron licitados y adjudicados) que generarán 754 megavatios. 
En Planificación señalan que estos parques se construyen ahora porque hasta 2004 no se comenzó a extender una red de transporte eléctrico hasta los sitios en los que se pueden instalar los parques eólicos, líneas de más de dos mil kilómetros, que llegan hasta la Patagonia, la zona de mayores vientos del país.
Desde 2003, la economía creció más del 70 por ciento. 
El record de demanda eléctrica en ese año fue de 14.359 megavatios. En 2010 llegó a 20.913, casi un 46 por ciento más. 
La potencia instalada hace siete años era de 17.900 megavatios; en la actualidad alcanza los 25.290 megavatios, un 42 por ciento superior. 
La industria aumentó su demanda en ese período un 48 por ciento; los comercios demandaron un 43 por ciento más y los hogares, un 41 por ciento más que en 2003.
Con las obras en ejecución y las ya incluidas en el Presupuesto Nacional –la mayor parte de ellas ya licitadas–, se espera sumar hasta 2015 otros 7500 megavatios. Así prácticamente se duplicaría la capacidad instalada de 2003, al llegar a 32.100 megavatios.
El proyecto es que la matriz energética en cuatro años quedará diversificada en 50 por ciento de generación hidroeléctrica; 38 por ciento de centrales térmicas, la mayor parte a gas; de las térmicas que no son a gas, el 20 por ciento funcionará con biodiésel; el 8 por ciento de energía eólica y solar, y el 4 por ciento, nuclear
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electricidad

generación

-El reciente accidente nuclear en Japón desató un debate en diversos países sobre la conveniencia de utilizar este tipo de energía.

-En la Argentina, el 52 por ciento de la electricidad se produce en centrales térmicas, que funcionan a gas o diésel.

-El 43 por ciento en usinas hidroeléctricas, como Yacyretá

-Apenas el 4 por ciento es energía nuclear. El 1 por ciento restante, otras fuentes, entre ellas la energía eólica.

-Las obras en ejecución para ampliar el parque energético derivarán en un incremento de la capacidad instalada que en 2015 duplicará a la de 2003, con una mayor diversificación de la matriz.

-Las mayores obras en las que se avanza son nuevas centrales hidroeléctricas.

-Se espera llegar a un 8 por ciento de participación de energía eólica y, en menor medida, solar.

Opiniones sobre el parque energético


GUSTAVO CALLEJA Grupo Moreno

“Invertir más”

“El accidente en Japón no tiene nada que ver con el de Chernobyl. En Japón tienen 50 centrales atómicas de última generación, preparadas para grandes terremotos, y los mejores técnicos. Pudieron manejarlo muy bien: muy pocos muertos y contaminados. 
Se vieron superados por el tsunami, pero, por ejemplo, el calentamiento global genera más daños que lo sucedido allí. Argentina también cuenta con grandes técnicos, pero la inversión en energía es insuficiente: son necesarios 6000 millones de pesos anuales de inversión en los próximos años y no veo que este gobierno esté dispuesto a ese gasto. 
Tenemos que construir una central atómica cada dos años. 
Actualmente estamos importando entre 6000 y 8000 millones de pesos anuales de diésel para electricidad y esto viene desde la década del noventa, con el gobierno de Carlos Menem, y se profundizó con Néstor y Cristina Kirchner. 
El precio del petróleo es altísimo y nos perjudica. Hasta ese momento había una cuestión de Estado de ocuparse de la energía, algo que sigue ocurriendo en Brasil, inspirado en los gobiernos argentinos de Illia, Frondizi y Perón. No hay otra solución que el Estado vuelva a tomar en sus manos el control de la energía: recuperar los hidrocarburos, YPF y todo su capital humano. 
Se deben construir más centrales hidroeléctricas. Por otro lado, hay que reconocer que las centrales nucleares están manejando muy bien el tema de los residuos.”

OSCAR DORES Geólogo, director de Fundelec

“Mejorar la calidad”

“Desde 1992 se duplicó el consumo de energía. 
Salvo en el 2002 y 2009, siempre se consumió más que el año anterior. Tuvimos un retraso de las inversiones durante los cinco años post crisis. Actualmente la represa Yacyretá está funcionando a su plena capacidad. 
Se han hecho centrales térmicas. Atucha 2 está concluyéndose. Se ha hecho un fuerte esfuerzo en lo que es el transporte de la electricidad: conexiones con la Patagonia, que estaba en cierto punto aislada. 
Se construyó también la línea Comahue-Cuyo. 
El país va a quedar anillado con líneas de alta tensión de 500 kilovaltios. Hay un aumento en el consumo a partir de la adquisición de electrodomésticos por parte del público y por el crecimiento industrial. Por otro lado, las tarifas están al nivel del 2000. 
En Argentina se paga un 20 por ciento de lo que se cobra en países limítrofes. Actualmente hay una gran dispersión tarifaria: en Capital y Gran Buenos Aires se llega a pagar hasta tres veces menos que en localidades que están a 80 kilómetros. 
Por eso, los consumidores deberían tener una franja tarifaria convergente, y para ello es necesario un funcionamiento más riguroso de los entes reguladores. 
La calidad de la energía varía de acuerdo con la región; la misma no implica sólo que no haya cortes, sino también bajas en la tensión que perjudican a los equipos
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