jueves, 19 de septiembre de 2013

Tecnología nuclear para combatir la acidificación de los océanos


La acidificación de los océanos es una de las principales amenazas del ecosistema marino, por lo que Naciones Unidas ha decidido impulsar el desarrollo de nuevos métodos de tecnología nuclear para combatir este problema.

Entre los instrumentos para luchar contra la acidificación, causada por el aumento de la concentración de CO2 en el agua, los científicos proponen el uso de isótopos radiactivos para diagnosticar mejor la situación.

“Con los isótopos de Boro y otras tecnologías somos capaces de marcar sedimentos para saber y conocer datos de los esqueletos de coral”, explicó a Efe David Osborn, director de los laboratorios medioambientales del OIEA en Mónaco.

Según Osborn, esta técnica permite saber lo que ocurrió con estos organismos del océano en el pasado, algo que es útil para “predecir qué podría suceder en el futuro”.

“Gracias a la tecnología nuclear ahora sabemos que todas las aguas, en todas las latitudes, se han vuelto más ácidas y contienen niveles diferentes de saturación de calcio”, recalcó.

El científico indicó que cuando el dióxido de carbono se disuelve en el agua, provoca que el pH marino descienda, por lo que las aguas del mar se vuelven más ácidas.

En estas condiciones baja la saturación de polimorfos del carbonato cálcico que especies como los moluscos, los crustáceos o los corales necesitan para su esqueleto.

El resultado es que muchas especies, especialmente las que necesitan grandes cantidades de calcio cuando todavía son muy jóvenes, corren el riesgo de no poder adaptarse.

Al estar esos animales muy arriba de la cadena trófica, cualquier descenso en su población puede afectar a todo el ecosistema marino. -

“La acidificación de los océanos es un asunto todavía desconocido para muchos científicos. Sabemos qué la provoca y el porqué, pero todavía no sabemos cómo va a evolucionar”, admitió Osborn.

Y en medio de esta amenaza, los investigadores afrontan el “carácter invisible” de la acidificación que, de alguna manera, impide que la sociedad tome conciencia de la magnitud del problema.

“La gente se moviliza ante un incendio por que ven el fuego, lo sienten.

Eso les impacta.

Pero no se movilizan contra la contaminación del mar”, criticó Fréderic Briand, director de la Comisión Científica del Mediterráneo (CIESM) en Mónaco.

“Muy pocos gobiernos han mostrado interés en combatir la acidificación”, advirtió el experto francés.

De acuerdo a los datos disponibles, el crecimiento de la acidificación desde la época de la industrialización (siglo XIX) hasta hoy es la más alta en los últimos 800.000 años.

“Esto puede llegar a provocar trastornos masivos en las redes tróficas y en los recursos que los humanos tomamos del mar, pero parece que nadie se da cuenta”, advirtió Briand.

Ante esa pasividad, Briand lanzó una clara advertencia de las consecuencias de no hacer nada en medio.

“Nos encontramos ante un proceso que ha crecido muy rápidamente y debemos hacerle frente sabiendo que los sistemas marinos son complejos, que la ciencia del mar está muy fragmentada, mientras los científicos marinos suelen actuar de forma aislada”, advirtió.

efeverde.com


viernes, 3 de mayo de 2013

Emiratos y Japón acuerdan cooperar en energía nuclear



 foto de archivo, el reactor de investigación nuclear Ópalo en Sydney (Australia). EFE/Tracey Nearmy

Los Emiratos Árabes Unidos (EAU) y Japón han firmado un acuerdo de cooperación en materia de energía nuclear con fines pacíficos, informó a Efe una fuente de la embajada nipona en Abu Dabi.

El pacto para el intercambio de experiencia y de información en este ámbito fue suscrito por el primer ministro japonés, Shinzo Abe, que llegó ayer a los EAU en una visita de dos días, y responsables emiratíes.

Asimismo, Abe ha abordado con las autoridades la posible venta de reactores nucleares al país árabe.

El primer ministro japonés se reunió este jueves con el vicepresidente y primer ministro emiratí, Mohamed bin Rashid al Maktum, y el día anterior lo hizo con el príncipe heredero de los EAU, jeque Mohamed bin Zayed al Nahyan.

Tokio tiene intención de vender algunos de sus reactores nucleares a los EAU dentro de su plan para abandonar este tipo de energía tras el desastre de Fukushima en marzo de 2011.

La regulación del Organismo Internacional de la Energía Atómica

En caso de llevarse a cabo la venta, Japón la hará de acuerdo a la regulación del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), afirmó la fuente, que destacó que los reactores de su país son seguros pese al accidente de Fukushima.

El accidente originado por el tsunami de marzo de 2011 en esa planta, el más grave en una central nuclear desde el de Chernóbil en 1986, llevó a paralizar gradualmente todos los reactores de Japón, bien por seguridad o bien por revisiones rutinarias.

En septiembre de 2012, el Gobierno japonés se puso como meta abandonar la energía nuclear para la década de 2030, en un importante giro de su política energética.

EFEverde

sábado, 13 de abril de 2013

Dos años despues del tsunami, Japón vuelve a la energía nuclear




El anterior gobierno del Partido Democrático decidió que para 2030 se eliminaría por completo la energía nuclear.

Pero el nuevo gabinete de Shinzo Abe, del Partido Liberal Democrático, ha decidido revocar la medida y ha hecho un plan para volver a poner en funcionamiento las centrales nucleares. 

Alega que “Japón necesita electricidad de origen nuclear estable y barata para poder competir económicamente”. 

El cierre de centrales ha aumentado los costes de la generación de electricidad y obligado a importar más combustibles fósiles.

Ahora bien, la reapertura de centrales estará condicionada al cumplimiento de medidas de seguridad más estrictas. 

Entrarán en vigor en julio próximo e implantarlas costará el equivalente de unos 11.000 millones de dólares. 

Se encargará de verificarlas un nuevo organismo regulador, independiente de la industria y del gobierno. 

Con la nueva regulación, habrá que cerrar y desmantelar varias centrales porque se encuentran en zonas de riesgo sísmico. 

En octubre pasado, la compañía eléctrica TEPCO, que explotaba la central de Fukushima, reconoció que era consciente de que podía producirse una catástrofe en caso de tsunami o terremoto; pero no lo hizo público ni reforzó la seguridad por miedo a que la opinión pública o una demanda en los tribunales pidiera el cierre de la central.

Pese al cambio de planes, el gobierno de Abe se ha comprometido a continuar promoviendo energías limpias para reducir la dependencia de la energía nuclear y la aún mayor de los combustibles fósiles.

Por otro lado, la OMS advierte, en un informe publicado esta semana, que ha aumentado la prevalencia de cáncer en la población cercana a Fukushima y, sobre todo, en las personas que se encargaron de las labores de estabilización de la central tras el accidente. 

Sin embargo, no se cree que la radiación escapada de la central provoque abortos, malformaciones físicas o deficiencias mentales en niños nacidos después del accidente. 

Tampoco se considera en peligro la población que se encontraba a más de 20 km de la central. 

Los autores del estudio advierten que todavía es pronto para sacar conclusiones definitivas sobre los efectos que el desastre nuclear pueda tener en la salud: habrá que seguir observando la evolución durante muchos años.

Manuel Arenas

eldiarioexterior.com